El rayo que no cesa
¿ El Gobierno español y las fuerzas políticas españolas no se dan cuenta del gran deterioro que está sufriendo esta sociedad?
¿ Qué políticos y administradores tenemos y hemos tenido que son ajenos al sufrimiento de la población y que les importa un comino lo refrente a los símbolos patrios y a la Patria misma?
¿Por qué no se hace cumplir la Constitución y las Leyes en todo el territorio español?
Parece ser que se contempla antes el precio del mercadeo de votos y las alianzas antinaturales que lo que interesa verdaderamente a España.
Cada día que pasa la sociedad tiene en su haber varias manifestaciones que, como nos acercamos ya a los calores primaverales , terminan con petardos, roturas, incendios de contenedores y otras lindezas de esos que se dicen estudiantes y que temen el estudio y la eficacia.
Las celebrities sindicales salen a parlotear con el fin de que no les quiten las subvenciones.
Los minoritarios revolucionarios enarbolan la insignia republicana ignorando que incluso los que celebrarían el advenimiento de una repúplica se les ponen los pelos como escarpias al comprobar las gentes que defienden esos postulados.
España está recogiendo los frutos de muchos años de desidia en todos los frentes y de una petulancia tremenda al basar sólamente su progreso en el aspecto económico sin poner unas bases científictas, tecnológicas, educativas y culturales adecuadas a su pretigio de nación europea de solera.
España no se ha sacudido el yugo de la ignorancia y de la desidia de sus políticos y sí ganamos en todos los frentes en espectáculos lamentables en los platós televisivos, donde lo que más abundan son los lances de entrepierna y bragueta a todo los niveles.
Esta vieja nación necesita un reset total y un equipo de hombres serios y responsables que pongan a todos a meditar y decirles que la subvención lo único que acarrea es miseria y pobreza intelectual y física y que lo que hace que una nación mejore es el esfuerzo, el sacrificio, la constancia, la excelencia y los resultados positivos de jóvenes que dejan el botellón y se divierten sanamente con sus propios ahorros y no los de sus padres y abuelos.
Todo éso debería ser la planificación de un buen gobierno y de las instituciones de un Estado que se precie de tal.
Mientras tanto estamos en manos de la "secta" que lo único que desea es el propio beneficio, la colocación de sus retoños y vivir a costa del presupuesto, éso sí siempre dejando bien patente que "aman la Patria", aunque si las cosas se pusieran moradas seguramente que los encontraríamos en los casinos de los paraisos al uso.
No es extraño que en la vecina Italia casi ganara las elecciones un cómico que también tiene bemoles.
28-febrero-2013
Criticus