Hipatia

Publicado en por Alva


Reseñamos a continuación la crítica de cine realizada por Fernando Alonso Barahona en la sección Sombras de Cine del períodico Libertad Digital; publicado el día 30 de octubre de 2009, por lo que significa de manipulaciön del hecho histórico en la figura de Hipatia por parte de los cineastas, puede ofrecer al que la lea una orientación de lo que pretenden ciertos personajillos.

"Las dos últimas semanas han registrado una aguda polémica sobre la película Ágora, de Alejandro Amenábar. Algunos de sus defensores -muy respetables– no parecen querer admitir discrepancias. De repente muchos se han interesado por un oscuro suceso de la historia que Amenábarmanipula a conciencia para servir a su discurso ideológico.

Por supuesto la fidelidad histórica no tiene relación con la calidad artística, pero si el autor insiste en querer hacer valer sus fuentes científicas y presume de objetividad ideológica, entonces merece la pena la respuesta.

Dejando a un lado la oscuridad del personaje de Hipatia, sobre el que no se conoce demasiado, lo cierto es que la historia daba para una película apasionante: el drama de una mujer entregada al estudio y que decide, en una especie de entrega voluntaria, renunciar a su cuerpo y al placer para rendir culto a los libros; su dilema vital, las distintas trayectorias que sin duda debieron aparecérsele, todo ello en un escenario de cambio histórico, con la emergente religión cristiana que ha dinamitado los cimientos del Imperio Romano y que busca un mundo nuevo, no exento de incertidumbres y dolores...

Hipatiaera hija del matemático y filósofo Teón de Alejandría, estudió matemáticas y llegó a ser directora de la escuela platónica de Alejandría hacia el año 400. Hipatiabasaba sus enseñanzas en las de Plotino, el fundador del Neoplatonismo. Los neoplatónicos fueron la última de las grandes escuelas de filosofía de la Antigua Grecia, fundada por Plotinoen el siglo III. Tanto el fundador como sus discípulos se consideraban platónicos, pero su filosofía desarrollaba ideas aristotélicas y estoicas.

En Alejandría en el siglo V no reinaba la paz y eran frecuentes los enfrentamientos por motivos no sólo religiosos sino políticos y sociales. Una página web imprescindible para esta polémicadescribe de forma exhaustiva lo errores históricos de la leyenda dibujada por los autores de Ágora. La leyenda comenzó a forjarse con los escritos de Voltairey sobre todo del irlandés John Toland, que describe al obispo Cirilo(San Cirilo de Alejandría) como responsable de todos los males de la época. El feminismo radical, años después, convertirá a Hipatiaen una especie de protomártir de la supuesta misoginia cristiana.

Como recuerda el doctor en Antropología y licenciado en Filología Clásica y Derecho Miguel Ángel García Olmo, "en 361 d.C. una muchedumbre en Alejandría sacó de la iglesia al obispo Jorge, lo ató a un camello, lo despedazó y quemó sus restos; y en 457 arrastraron al obispo Proteriopor las calles y luego lo echaron al fuego". Y añade: "En el caso de Hipatia, había dos facciones, ambas con cristianos, la del obispo Ciriloy la del gobernador Orestes, y a Hipatiala mató una turba por su posición política, más que religiosa".

La muerte violenta de Hipatiafue lamentada por numerosos cristianos de la época, entre ellos Silesio de Cirene, que llegaría a ser obispo de Ptolemaida. El problema de Ágoraes que su visión de la ciencia no es rigurosa, sino que proviene del conocido divulgador, de gran popularidad hace años, Carl Sagan. Por supuesto, nos hallamos ante una película, no ante una obra de historia. Lo malo es que Amenábarpontifica como si realmente nos encontráramos en un aula de historia, y de ahí la frialdad de la película, la lejanía de los personajes y el molesto tono de sermón laico que desprende en numerosos instantes.

Además la trampa intelectual es evidente. Amenábar–como cierto discurso oficial del entorno del presidente Zapatero– se cubre señalando que el objeto de su crítica no es el cristianismo o la religión, sino el fundamentalismo. Pero si uno escarba un poco se percata de que es considerado fundamentalismo prácticamente cualquier elemento religioso, salvo aquellos –fantasmagóricos– que se esconden en las catacumbas, practican -dicen– sus creencias de forma privada y no emiten opinión ni postura sobre tema moral, político o social alguno. Amenábar–es cierto– no ha dado puntada sin hilo y su película sigue de forma exacta esta hoja de ruta. Lo malo es que Carl Saganno supone una base científica sólida, y el hálito poético y épico del arte se escapa a menudo de las imágenes de Ágora.
 
Un apunte final: la película aún no ha encontrado distribuidora en Estados Unidos y está teniendo dificultades en algunos países europeos".




31-octubre-2009
Criticus










 
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Etiquetado en Sociopolítica

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