El caimán no se va
" Se va el caimán, se va el caimán , se va por la barranquilla".
Parece ser que no se va y que se quita el disfraz, confirmando al auténtico que nunca ha dejado de mover los hilos del poder absoluto.
Los que leen mal a Maquiavelo y a los Médicis y Borgia, así como a los Pazzi creen tener el tesoro que supone manejar el poder. Para éso hay que tener fuste y aquí éso es lo que no hay.
Sobran muchas cosas absurdas, mentiras mil y zafiedad total.
Las zancadillas son el método ideal para quitarse al enemigo anque esté en el propio equipo. La miel del poder debe ser algo peor que una adicción ya que no respeta ni ideales ni trabajos conjuntos.
Además la estrategia es dejar que se moje el contrario para ayudarle a que se meta en la ciénaga y después empujarle hasta que se ahoga.
El caimán se queda porque no se ha ido nunca del cuento que se está desarrollando en el país del engaño , de los faisanes, delas conversaciones con desaprensivos, de las bajadas de pantalones, de la pérdida de aliento económico y del prestigio internacional por los suelos.
Las gacelas, los ñus, las cebras e incluso los elefantes potentes deben tener cuidado con estos depredadores que te miran con esos ojos aparentemente sin expresión pero muy calculadores y con los dientes preparados para la carnicería.
La campaña electoral ya ha comenzado para desgracia de todos los españoles que pensamos de forma racional.
30-mayo-2011
Criticus