Cayo Graco

Publicado en por Alva

Cayo Graco

 

Cuenta Valerio Máximo, historiador romano que fue contemporáneo de Tiberio, que Graco deseaba evitar la vergüenza pública y su siervo, de nombre Filócrates, le ayudó a darse muerte.

Para el historiador Graco se había comportado como un hombre y Filócrates como un subordinado obediente.

De esta anécdota histórica podemos obtener conclusiones evidentes de la vida política actual. Lógicamente en cualquier país pero no nos olvidemos del nuestro que está atravesando vicisitudes singulares y de consecuencias imprevisibles.

 

22-XII-2008

Sócrates

Etiquetado en Recordando

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post